Es difícil presentarse tras un silencio tan largo. Quizá pueda ser una consecuencia más de la pandemia que se va transmutando en infinitas variantes. O quizá es normal que, con el aletargamiento de la vida normal, la pérdida de movilidad y este sedentarismo forzado al que todos nos hemos visto obligados, se pierda la esencia del alma de este blog, que es precisamente el movimiento perpetuo, el fluir libre de ataduras de los gobiernos y la búsqueda constante de aquellos lugares en que somos tratados mejor que en nuestro lugar de origen.
También es difícil encontrar el tema clave de esta entrada, centrar el tiro en los aspectos más destacables del mundo PT, y ser capaz de resumir dónde estamos, en ese mundo, tras la sacudida que la pandemia y sus consecuencias han dado a todos los aspectos de la vida.
Aunque la respuesta viene, como muchas veces, en la misma pregunta. Tras tanto silencio, no queda otra que echar una ojeada lo más completa posible a qué es lo que está cambiando en nuestro particular universo, el de los turistas perpetuos.
Como siempre, no hallo especial placer en hablar sobre mí mismo, pero para conocimiento general diré que no me he movido demasiado, siguiendo en Estados Unidos como base de operación principal. Amén de algún viaje regular a Europa, poco movimiento. Consecuencias de la dificultad en todo lo referido a viajes, ya se sabe: controles, apps, documentación extra…. Algo de lo que huir…
A destacar que, en comparación con la vieja Europa, en Norteamérica se ha respirado un aire de libertad mayor. La vieja fe en la libertad individual es uno de los principios aquí, y, para bien y para mal, ha servido para que nadie crea que el Gobierno debe velar por nosotros cual si de una guardería se tratase. Aún con una tasa alta de contagios, y de mortalidad, se espera que el ciudadano cuide de sí mismo y actúe de acuerdo con su conciencia y en plena libertad de elección.
Y centrándonos en nuestro mundo y nuestra Teoría de las Banderas, los Estados Unidos no son, al fin y al cabo, un mal lugar para plantar una Segunda Bandera – la de la residencia – si se es original de la vieja Europa, o de otras partes del mundo con peor suerte, como África o ciertas partes de Asia. La mayor parte de gurús del mundo PT los desaconsejan, pero es porque son nacionales estadounidenses, y eso es otra cosa. Como es bien sabido, el pasaporte USA es llamado “el más caro del mundo”, dado que obliga a tributar aunque se esté residenciado fuera del país. Pero hasta eso tiene sus matices – notablemente, la FEIE (Foreign Earned Income Exclusion) – y el régimen fiscal para residentes, sobre todo en estados como Florida o Texas, sin impuesto estatal, es ciertamente más benigno que en la mayor parte de Europa. Este hecho, combinado con otros que afectan a nuestra cuarta bandera, y que explicamos más abajo, hace que hoy en dia, en 2022, los Estados Unidos puedan ser un lugar a considerar.
La época de pandemia, paradójicamente, ha sido también la de la universalización de los nómadas digitales. Ya dedicamos una entrada a discernir entre PT y nómada digital. Pero es claro que ambos tienen mucho en común. Y el mundo ha reconocido la categoría oficialmente. Prueba de ello son los países que permiten las visas para nómadas digitales, nada menos que 12 en 2022 (Antigua y Barbuda, Barbados, Bermuda, Cayman, Costa Rica, Croacia, República Checa, Estonia, Georgia, Alemania, México, Portugal). En el blog de Michaël Louis, Planet Nomad, tenéis una lista de los requisitos para cada uno. La visa de nómada digital lleva aparejada la residencia, y de ahí la fiscalidad, por lo que se trata de excelentes Segundas Banderas en la mayoría de los casos.
No hemos hablado de la Primera Bandera, la de la ciudadanía, pero ahí hay pocos cambios. Sigue siendo la más difícil de conseguir, y sólo recomendable para casos especialmente graves, como nacionales de países en conflicto o con gobiernos autoritarios: chinos, rusos, algunos latinoamericanos, hindús y africanos son los principales clientes de las ciudadanías por inversión, una especialidad popular en las pequeñas naciones isleñas del Caribe. Para el resto: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Honduras, Macedonia, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Rusia ofrecen llegar a la ciudadanía tras un corto tiempo de residencia permanente.
Sin embargo, hay que lanzar un aviso relativo a la ciudadanía por inversión. Ya no son garantía de nada. Diversas páginas, entre ellas Nomad Capitalist, han denunciado las crecientes resistencias en los controles de pasaportes, especialmente norteamericanos y europeos, a los pasaportes de países que ofrecen ciudadanía por inversión, especialmente a los del Caribe. Un señor con aspecto oriental exhibiendo un pasaporte de Santa Lucía será inevitablemente cuestionado en un puesto fronterizo de un aeropuerto estadounidense. Al igual que alguien con aspecto hindú, que presente un pasaporte de República Dominicana y no hable ni gota de español. Por lo tanto, seamos realistas con los pasaportes por inversión.
Nuestra Tercera Bandera es la base de nuestros negocios. Tampoco esto ha cambiado a causa de la pandemia, pero ciertamente, la clave aquí está en aquello a lo que nos dediquemos para obtener nuestros ingresos. Y llegados aquí hay una distinción importante que no siempre hemos tenido en cuenta. Tercera y Cuarta bandera pueden confundirse cuando se trata de vivir de las rentas del capital. Este es un tema recurrente que ha sido objeto de muchas consultas por parte de la comunidad cada vez mayor que vive de sus inversiones, como es el caso de la creciente tendencia a vivir de los dividendos, de la cual hay muy buenos ejemplos y mucha educación disponible en Internet.
Para quien tiene o va a tener un negocio activo, depende mucho de su ámbito de actuación, pero las opciones más interesantes siguen siendo Estonia, Georgia y Chipre para Europa. Para Asia, es difícil competir con Singapur, que está facilitando mucho la incorporación online. Los Emiratos Árabes son un destino a tener en cuenta siempre. Y en el continente americano, Estados Unidos es un líder indiscutible por la facilidad y bajos costes, seguido de Panamá y Chile.
Para el rentista, depende mucho del monto anual de las rentas, dado que para rentas de hasta 80.000 USD, en el caso de parejas, los dividendos “calificados” de empresas norteamericanas tributan el 0%, lo cual hace apetecible residir fiscalmente en USA. Para mayores rentas se hace necesario residir en países de tributación territorial y establecer esa cuarta bandera de modo que las rentas fluyan libres de retenciones en origen. Esto, por ejemplo, se consigue invirtiendo en el mercado norteamericano a través de una LLC, y repatriando las ganancias al país de residencia siempre que éste tenga tributación territorial.
Alguien echará en falta una referencia a Suiza. Este maravilloso país, que es mi preferido sin duda alguna, se ha convertido en un destino exclusivo para grandes fortunas, con activos de siete ceros o más, debido a las crecientes exigencias de transparencia e intercambio de información y a la presión del gobierno norteamericano. Los costes medios de sus gestores de patrimonio son elevados, en promedio del 3%, y ya no aguantan la competencia de las múltiples opciones disponibles online, la gestión pasiva o los brokers de coste cero, aparte de que cada vez seleccionan más cuidadosamente a sus clientes.
Por origen, lengua y raíces comunes no puedo dejar de citar a Andorra. Pero su banca es cara, y sólo se entiende dentro de un plan de residencia pasiva en el país, también cara, o si hay un plan claro de establecerse físicamente en el país y gestionar una empresa personal desde allí, como ha sido el caso de éxito de los “youtubers”.
En cuanto a la Quinta Bandera, esa es la más personal. Quizá la pandemia ha revolucionado el sistema de elección de esta bandera para cada cuál y lo que buscamos ahora sea un lugar donde no cambien a diario los requisitos de control, según las órdenes de gobiernos que cambian de parecer según el clima. Lugares estables, en los que rija la libertad individual y el derecho a auto-protegerse uno mismo sin imposiciones, de los que sea fácil entrar y salir, en los que se pueda viajar, llenos de gente civilizada que sabe lo que hace, y respeta al prójimo. Únale a ello el clima preferido y las facilidades que permitan dedicar el tiempo a lo que uno quiere, y aparecerá una corta lista de países a considerar.
Este es, resumidamente, el panorama PT para 2022. Volvemos a la acción!
Perpetuo Turista 